A muchas familias les atrae la idea de que su bebé se alimente por sí mismo y establezca una relación sana con la comida por lo que empiezan a investigar sobre BLW (Baby-led-weaning o alimentación autorregulada por el bebé).
Es en ese momento cuando empiezan a crecer en ellas los miedos, que además se acrecientan si no hay nadie en su entorno que les preste apoyo para llevarlo a cabo.
BLW: ALGO QUE PARECE NUEVO, PERO QUE NO LO ES.
Y es que aunque nuestro entorno crea que esto es una nueva moda, realmente es una forma mucho más antigua de ofrecer los alimentos a nuestros bebés.
En la prehistoria, las madres amamantaban a sus bebés hasta que éstos tenían interés por los alimentos y eran capaces de cogerlos por sí mismos. Como mucho, algunas los masticaban y se los ofrecían después si eran muy duros.
LLevamos milenios masticando, gestionando los alimentos desde que estamos preparados, sin necesidad de triturarlos.
Con el tiempo, el momento de introducir la alimentación complementaria fue adelantándose, y los bebés en esas edades tan tempranas, no podían gestionar su propia comida si no era muy triturada. Eso, que en su día fue la nueva moda, se convirtió en “lo normal”.
Y como siempre que te sales de “lo normal”, dudas. Y más si la salud de tu bebé va en ello.
¿CUALES SON LOS 3 GRANDES MITOS?
Se resumen en 3 grandes frases que todas las familias que hemos optado por BLW hemos oído alguna vez: “se va a ahogar”, “tendrá anemia”, “no va a coger peso”.
Obstrucción de vía aérea
Uno de los grandes miedos de las familias, sin duda. La evidencia ciéntifica actual avala que el BLW en niños sanos y con las precauciones adecuadas no aumenta el riesgo de asfixia.
De hecho en un estudio de Nueva Zelanda de 2016 los episodios de arcadas que en el grupo de bebés que hacían BLW sucedían con mayor frecuencia en el periodo de los 6-8 meses, y luego disminuía mucho. Mientras que en el grupo de triturados, aumentaban a partir de los 8 meses. Es decir, las arcadas, se van a producir igualmente, la diferencia es cuando lo harán.
Y de todas formas, las arcadas, tal y como vemos en el curso sobre Blw y alimentación complementaria, no son una obstrucción de vía aérea. Aprendemos a diferenciarlas y a saber cómo actuar.
Riesgo de anemia
Los depósitos de hierro de los bebés se empiezan a agotar a partir de los 6 meses, eso es cierto. Pero esto es progresivo.
Es importante ofrecer alimentos ricos en hierro desde el inicio, sobre todo en bebés que han tenido un pinzamiento precoz de cordón, ya que sus depósitos pueden ser incluso un 30% menores que los de un bebé con pinzamiento fisológico.
El aumento de peso
Aquí hay que tener claro que la leche materna o artificial es el alimento principal del bebé hasta el año según la OMS y es lo que le aporta la mayor parte de la energía para crecer.De ahí que la alimentación sea complementaria a la leche y no al revés.
Por lo que si queremos que un bebé coja peso adecuadamente (dentro de la variabilidad de cada uno) tenemos que asegurar un correcto aporte de su alimento principal y no sustituir tomas por alimentación complementaria.
Esto nos da la tranquilidad suficiente para saber que un bebé de 6 meses no necesita grandes cantidades de comida (a parte de la leche) para tener un correcto crecimiento y desarrollo.
“El BLW puede ser un tipo alternativo de alimentación complementaria sin aumentar el riesgo de deficiencia de hierro, asfixia o problemas de crecimiento”.
Dogan E, Yilmaz G, Caylan N, Turgut M, Gokcay G, Oguz MM. Baby-led complementary feeding: Randomized controlled study. Pediatr Int. 2018 Dec;60(12):1073-1080. doi: 10.1111/ped.13671. PMID: 30074671.
Espero que después de leer este post, se hayan disipado alguno de tus miedos, pero si aún necesitas apoyo y tener mucha más información de la que aparece aquí, puedes apuntarte al Curso Online de BLW y Alimentación complementaria en el que tratamos todas vuestras dudas en profundidad:
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